Una avería del colector costanera ubicado en el distrito de San Miguel dejó al Descubierto un problema mayor: la contaminación del mar peruano.
Todo empezó cuando los vecinos de San Miguel se quejaron del insoportable olor con el que viven desde hace mucho tiempo, por el hecho de residir en un distrito en el que se sitúa el colector costanero, el mismo por el que desembocan al mar los deshechos de 24 distritos de Lima.
El colector necesitaba una restauración pero a raíz de ese problema se pudo comprobar que no existe una planta de tratamiento de las aguas servidas y por lo tanto, los deshechos contaminan el mar de manera inusitada. Se dice que la cantidad de deshechos que desembocan EN 1 HORA en el mar, llena dos veces el Estadio Nacional. Así que imagínese el grado de contaminación. El daño que le hacemos a nuestro mar es incalculable. Hoy quizá no estamos viendo las consecuencias, pero en un futuro cercano lo vamos a lamentar.
El diario El Comercio publica en un informe publicado el 30 de marzo de 2008 lo siguiente: “Muchas de las reglas ambientales del país están claras, pero el mismo Estado no las cumple. Según la Ley de Aguas, el mar no debería tener más 4.000 NMP/100ml de coliformes fecales (cantidad más probable de partículas en cada 100 mililitros de agua). Sin embargo, en el Callao, cerca del colector Centenario, se han tomado muestras que arrojan hasta 12.500 veces más de esta materia por encima de lo máximo recomendado para garantizar la salud de la población”.
Desde el 2006 el Instituto del Mar (Imarpe) recomendó la construcción de una planta de tratamiento. Hasta ahora, nada. Así están las cosas en nuestro mar. La solución quizá no sea inmediata, veremos qué papel jugará el Gobierno que aún no se ha pronunciado en forma tajante sobre el tema.
Todo empezó cuando los vecinos de San Miguel se quejaron del insoportable olor con el que viven desde hace mucho tiempo, por el hecho de residir en un distrito en el que se sitúa el colector costanero, el mismo por el que desembocan al mar los deshechos de 24 distritos de Lima.
El colector necesitaba una restauración pero a raíz de ese problema se pudo comprobar que no existe una planta de tratamiento de las aguas servidas y por lo tanto, los deshechos contaminan el mar de manera inusitada. Se dice que la cantidad de deshechos que desembocan EN 1 HORA en el mar, llena dos veces el Estadio Nacional. Así que imagínese el grado de contaminación. El daño que le hacemos a nuestro mar es incalculable. Hoy quizá no estamos viendo las consecuencias, pero en un futuro cercano lo vamos a lamentar.
El diario El Comercio publica en un informe publicado el 30 de marzo de 2008 lo siguiente: “Muchas de las reglas ambientales del país están claras, pero el mismo Estado no las cumple. Según la Ley de Aguas, el mar no debería tener más 4.000 NMP/100ml de coliformes fecales (cantidad más probable de partículas en cada 100 mililitros de agua). Sin embargo, en el Callao, cerca del colector Centenario, se han tomado muestras que arrojan hasta 12.500 veces más de esta materia por encima de lo máximo recomendado para garantizar la salud de la población”.
Desde el 2006 el Instituto del Mar (Imarpe) recomendó la construcción de una planta de tratamiento. Hasta ahora, nada. Así están las cosas en nuestro mar. La solución quizá no sea inmediata, veremos qué papel jugará el Gobierno que aún no se ha pronunciado en forma tajante sobre el tema.
foto: www.perutoptours.com
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